El mismo fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, fue consciente de la importancia que tenía el ser persona formada intelectualmente para su Misión de difusión del Evangelio. Y por ello decidió, siendo ya muy mayor, estudiar en centros universitarios de prestigio como eran las universidades de Alcalá de Henares y de París. Para él, y para los miembros de la Compañía de Jesús, el conocimiento a través de los libros es raíz fundante de su pensamiento y acción. |