Publicado: Jueves, 31 Diciembre 2020

2020: Un año para generar nuevas formas de desarrollo de nuestra Misión

La Compañía de Jesús en España hace balance de lo que ha sido este año 2020, marcado para todos por la pandemia de la Covid-19. Una pandemia que nos ha traído dolor y sufrimiento, por los compañeros jesuitas y las personas cercanas que nos han dejado a lo largo de estos meses, o que han vivido de cerca la enfermedad y la pérdida. Una pandemia que nos ha golpeado brutalmente mostrándonos nuestra vulnerabilidad, obligándonos a parar, a quedarnos en casa, a cancelar actividades, y al mismo tiempo, a adaptarnos, a buscar y crear otras formas de desarrollar nuestro trabajo y sobre todo de acompañar a tantas personas que lo necesitan en estos momentos. Una pandemia que, como recordaba el Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa SJ, “ha acelerado la transformación de la vida humana, ha puesto de manifiesto la importancia del cuidado, en muchas dimensiones de nuestra vida” y ha mostrado “el descuido acumulado durante décadas en el modo en que los seres humanos nos hemos relacionado entre nosotros, con la naturaleza y con Dios”.

Es por ello que la actividad de la Compañía de Jesús a lo largo de estos últimos 12 meses se ha centrado en su mayor parte en dar respuesta a la crisis generada por la pandemia, desde las distintas áreas de trabajo de los jesuitas y sus instituciones.

En el ámbito de la espiritualidad, pocos días después de iniciarse el confinamiento, ya se pusieron en marcha distintas iniciativas como enCasaConDios o, después, la SemanaSantaenCasa. Iniciativas conjuntas que han sumado el trabajo de distintas personas, grupos y comunidades para ofrecer la retransmisión de la Eucaristía diaria y distintos materiales para acompañar pastoralmente durante este tiempo, dando espacios de serenidad en el proceso de adaptación a la vida confinada.

Paralelamente surgieron proyectos de apoyo a las personas que se encontraban solas o especialmente afectadas por el confinamiento, como noestassolo que permitió ponerlas en contacto con voluntarios/as dispuestos a ofrecerles un rato de conversación y apoyo. La iniciativa contó también con una campaña dirigida específicamente a sanitarios/as.

Además se ha incrementado la actividad de espiritualidad online, con convocatorias de Ejercicios Espirituales así como otras actividades formativas. Todo ello ha supuesto un gran esfuerzo por parte del área de Espiritualidad del sector Pastoral, tanto en las actividades presenciales que se han adaptado a los protocolos y medidas de prevención, como en intensificar el trabajo en las ofertas online, una realidad que genera también la necesidad y la oportunidad de reflexionar sobre las posibilidades y los límites de la espiritualidad online.

Los centros educativos de la Compañía de Jesús, colegios y universidades, han realizado un esfuerzo enorme a lo largo de este año. Primero, para mantener la actividad académica durante el confinamiento que supuso el cierre de los centros en el mes de marzo. Y después para garantizar un retorno seguro a las aulas a partir del mes de septiembre, con todas las medidas sanitarias necesarias y, al mismo tiempo, haciendo posible la misión educativa de nuestros centros, con el objetivo prioritario de no dejar a nadie atrás, evitando la desigualdad y la brecha digital.

El compromiso de las comunidades educativas de todos nuestros centros ha hecho posible una respuesta extraordinaria ante un reto de semejante tamaño, y más teniendo en cuenta que su trabajo se ha desarrollado en un contexto de incertidumbre y con constantes cambios. Una respuesta que, además, ha ido mucho más allá, ya que colegios y universidades de la Compañía de Jesús se han volcado en proyectos de ayuda para dar respuesta a la crisis de la Covid-19: iniciativas de acompañamiento a las personas afectadas, proyectos de carácter social para cubrir necesidades de familias vulnerables en nuestros barrios y ciudades, o trabajos de investigación y estudio en el ámbito científico, tecnológico o jurídico para luchar contra la Covid-19. 

La crisis que ha generado la pandemia está suponiendo un enorme reto para todas las personas y obras del sector social de la Compañía de Jesús, que se ha movilizado para dar respuesta a las necesidades creadas o agravadas por el contexto que vivimos.

Las organizaciones han intensificado su actividad para tratar de responder a la urgencia de tantas familias que no tienen cubiertas las necesidades básicas. Durante estos meses varias obras del sector, en colaboración con parroquias y colegios, han desarrollado proyectos de alimentación o apoyo económico de subsistencia a quienes más afectados se encuentran por esta situación. Una acción de urgencia que se combina con una mirada larga para ver los nuevos y grandes desafíos a los que debemos responder.

La Compañía de Jesús en España ha querido lanzar una campaña conjunta para atender a las personas y colectivos vulnerables afectados por la crisis que ha generado la covid-19. Se trata de la campaña #Seguimos un esfuerzo solidario de todas las obras, instituciones, comunidades y grupos vinculados a los jesuitas, con la que se han financiado ya un total de 30 proyectos distintos en diferentes puntos de España.

Juicio en España por el caso de los mártires de la UCA

Al margen de lo acaecido directamente relacionado con el coronavirus, destaca en este 2020 la celebración en junio y julio en la Audiencia Nacional del juicio por el asesinato de 5 jesuitas españoles en El Salvador en 1989, conocidos como los mártires de la UCA, que murieron junto a otro jesuita salvadoreño y dos mujeres trabajadoras de la universidad. El juicio condenó a 133 años y cuatro meses de cárcel al que fuera coronel y viceministro de Seguridad Pública del Ejército de El Salvador, Inocente Montano.

Una sentencia que la Compañía de Jesús en España ha valorado positivamente porque el principio de Justicia Universal, aplicado en España, ha servido para avalar jurídicamente la verdad. A pesar de las esperanzas de que este proceso ayudara a dar pasos a favor de la verdad y la justicia también en El Salvador, la sala Penal de la Corte Suprema de Justicia en este país ordenó el pasado mes de octubre el cierre del proceso contra los autores intelectuales de la masacre de la UCA.

Un juicio que se ha desarrollado el mismo año en que ha empezado el rodaje de la película “La mirada de Lucía” del director Imanol Uribe, sobre estos hechos. Un proyecto que ayudará a dar a conocer este episodio histórico tan importante para la Compañía de Jesús y que, en palabras del Provincial de los jesuitas en España, “nos invita a no caer en el olvido de lo que ocurrió en 1989 y de lo que ha estado ocurriendo en muchos lugares del mundo, que es la vivencia persistente de la injusticia y la violencia”.

Fallecimiento del P. Adolfo Nicolás SJ

En 2020, el 20 de mayo falleció en Tokio (Japón) el P. Adolfo Nicolás, jesuita español que fue Superior General de la Compañía de Jesús entre los años 2008 y 2016.

Nacido en Villamuriel de Cerrato (Palencia) en 1936, entró en el noviciado de los jesuitas en 1953. Con 24 años fue destinado a Japón y desde ese momento trabajó en Asia, desempeñando distintos cargos. El contacto con la cultura y religiones orientales marcó su personalidad y trayectoria: ecuménico, comprometido con el diálogo interreligioso y entre culturas. En 2008, tras la renuncia del P. Peter-Hans Kolvenbach, fue elegido por la Congregación General 35 como Superior General de los jesuitas, convirtiéndose en el séptimo jesuita de nacionalidad española que ocupaba este cargo. A su generalato aportó su conocimiento y sensibilidad de las culturas orientales, la espiritualidad en diálogo con otras religiones y reafirmó el compromiso prioritario por la promoción de la justicia y la reconciliación. Insistió repetidamente en la necesidad de combatir la superficialidad, trabajando desde la profundidad y la creatividad.

En 2014, a la edad de 78 años, anunció su voluntad de presentar la renuncia, lo que hizo ante la Congregación General 36, celebrada en Roma en 2016. Tras ello, regresó a Asia, primero a Filipinas y después a Japón, donde residió hasta su muerte.

Compañeros dan un paso más en su compromiso

Este año también nos deja momentos que vivimos con alegría y esperanza. A principios de año, en febrero, 8 jesuitas se ordenaron diáconos en la parroquia de la Ventilla, en Madrid. El 11 de julio, en una celebración ya marcada por la pandemia, con asistencia solo de familiares y amigos más próximos, 4 compañeros jesuitas se ordenaron sacerdotes. Y el 5 de septiembre, en el Santuario de Loyola, tres jóvenes hicieron sus primeros votos en la Compañía de Jesús.

Todo ello un año en el que la Compañía de Jesús en España cuenta con un nuevo equipo de pastoral vocacional y una nueva web, que propone recursos y ayudas para los jóvenes que se están planteando la pregunta vocacional. 

Preparando el Año Ignaciano

Este ha sido también el año en el que se han iniciado los preparativos del Año Ignaciano que a partir del próximo 20 de mayo de 2021 y hasta el 31 de julio de 2022 conmemorará el quinto centenario de la conversión de Ignacio. En febrero se dio a conocer el nombre, el logo y la web provisional de esta conmemoración: Ignatius 500 y el pasado mes de julio, el P. General Arturo Sosa lanzó un mensaje animando a aprovechar esta celebración para actualizar en nuestras vidas la experiencia de conversión de Ignacio, en la línea de las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús, y con la necesidad de trabajo para la transformación de estructuras que generan injusticia y que se han puestos nuevamente de manifiesto con la pandemia de la Covid-19.

 

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