Publicado: Jueves, 20 Diciembre 2018

Sal Terrae: Paz

Uno de los mensajes evangélicos más significativos es la invitación a la paz. Paz ya anunciada en los profetas (cf. Is. 52,7), que en Jesús se convierte en un motivo constante: paz que es bienaventuranza y que es el don del Señor resucitado. ¿Cómo trabajar por la paz hoy? La revista SAL TERRAE dedica al tema de la paz este número que llega a sus lectores cuando están haciendo los preparativos para celebrar la Navidad durante la cual los buenos deseos de paz y felicidad para todos no se caerán de los labios.

En un primer artículo Patxi Álvarez de los Mozos, S.J. constata que el mundo sigue asolado por la guerra. Persisten en la actualidad 33 conflictos armados y 88 puntos de tensión. Actualmente son las poblaciones civiles las más afectadas por los conflictos bélicos, pues son el blanco preferido de los grupos armados. Urge una acción por la paz. El pacifismo tiene una expresión civil y otra eclesial. Ambas están en diálogo y promueven una paz positiva que lucha contra la desigualdad y las discriminaciones, fomenta el desarrollo, protege a los más débiles y cuida del medioambiente.

Marta García Fernández, HNSC, aborda el tema de la paz en la Sagrada Escritura como misión. Muestra la íntima relación de la paz con la construcción del Reino y con el hecho de ser la marca de identidad de los hijos de Dios (Mt 5,9). Ayudándose de la frase del Salmo (85,11): «la justicia y la paz se besan» desarrolla la exposición desde la convicción bíblica de que no hay paz sin justicia, pero tampoco restablecimiento de la justicia sin paz. Este "beso" entre la paz y la justicia se da en el perdón y pauta el modo evangélico de construir Reino que debe manifestar quiénes y cómo son los hijos de Dios.

José Manuel Aparicio Malo muestra cómo la paz es un término polisémico que requiere una aproximación multidisciplinar para comprenderlo en profundidad. De su complejidad surge, también, el peligro de que sea presentada de manera sesgada respaldando intereses ideológicos o particulares que empequeñecen las aspiraciones de su significado. Desde el punto de vista de la Moral Social y de la Doctrina Social de la Iglesia, constituye el horizonte de plenitud de una sociedad y de sus individuos como expresión de la justicia social y el desarrollo alcanzados.

Finalmente, y dado el tiempo de Navidad en que nos encontramos, Mariola López Villanueva, RSCJ, escribe una meditación en la que muestra cómo el anuncio del ángel a los pastores sigue resonando hoy como anhelo cargado de esperanza. La paz ofrecida por Dios en la encarnación de su Hijo no es la pax romana impuesta por la fuerza de las armas o de la economía, sino que es la paz del corazón que brota para todos desde los pobres y pequeños de la tierra.

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